Sonido: La Pena del Becerrero 

Viaje 2006

 

LA IDA:


Este viaje lo planificamos efectuar entre el Sábado 21 al Sábado 28 de Enero del 2006. Los integrantes del Grupo seríamos Alfredo “Guaromacho” Remón y Ricardo Kuhnle, lo cuales saldrían desde Caracas, Wenceslao Hernández y Ramón Pardo procedentes de Valencia y, dado que mi grupo de compañeros Maracuchos no podían ir, saldríamos desde Maracaibo mi Chofer y ayudante Manuel Villalobos y mi persona (Carlos Solórzano).

Durante la semana anterior procedimos a elaborar la lista del mercado y enceres que tendríamos que llevar y una vez elaborada por consenso la misma, nos pusimos de acuerdo de manera que los que llegaban desde Caracas y los procedentes de Valencia, se consiguieran en la Encrucijada de Aragua, desayunaran el respectivo Sándwich de Pernil y harían el mercado en un Supermercado que queda en Cagua el cual está muy bien surtido y se podía comprar todo sin problemas. Una vez que hicieran el Mercado, arrancarían a la Hielera de Calabozo a esperarme y que estimaba como hora de llegada a eso de la 1pm. Compraríamos el hielo y seguiríamos el viaje al Caño La Pica, Campamento Las Corocoras, como siempre en el Parque Nacional Santos Luzardo.

El día anterior, Viernes 20 procedí en Maracaibo a efectuarle las últimas revisiones a mi camioneta, remolque y moto (ATV), lo que respecta a aire a los cauchos, aceites y cualquier revisión normal de última hora, de manera de garantizar que no se tuviera algún problema en la carretera. Todo perfecto y lo realicé en el Taller de Nectario (GPR, Agente autorizado BMW), uno de los compañeros normales de viajes y el cual no podía ir.

En lo que me despedí de Nectario y procedí a prender la camioneta, esta no quiso prender y parecía que no le estaba llegando gasolina a la misma. Nectario procedió a buscar un manómetro para probar la bomba de gasolina, ya que daba la impresión que era falla de la misma y, efectivamente, era la Bomba de Gasolina que se había dañado. Que barbaridad, eran la 7pm de un viernes y ahora?... Lo que queda es tratar de localizar la Bomba de Gasolina mañana Sábado y, como en el taller de Nectario no trabajan el Sábado, el localizaría a uno de sus mecánicos con ayudante, de manera que la cambiaran.

Procedí a llamar a los compañeros de Caracas y Valencia, de manera de explicarles la situación y que yo no podía arrancar el Sábado, sino el Domingo y le dije que no se preocuparan y arrancaran tal como se tiene planificado y que el Mono los estaría esperando en el Paso de La Macanilla después de la 5pm del Sábado y que no había ningún problema de que llegaran a Las Corocoras, en La Pica, sin mi, ya que el Mono estaba en cuenta que iría allá y adicionalmente Alfredo “Guaromacho” Remón y el Mono se conocían, por lo que no habría problemas.

Tomaron en cuenta mi recomendación y procedieron con el viaje planificado. Así mismo les dije que como viajaría yo el Domingo de madrugada, que estimo mi llegada después de las 5pm ese domingo al Paso de La Macanilla en el Capanaparo y que se lo indicaran al Mono.

Al día siguiente, el Sábado acá en Maracaibo, procedimos Manuel y yo a visitar los concesionarios Chevrolet que tuvieran abiertos la parte de repuestos, de manera de tratar de localizar la Bomba de Gasolina y cada vez que llegábamos a una, me decía que no la tenían y nos mandaban a otro concesionario y así visitamos 7 agencias y en ninguna la tenían, dado que por la época, aun la planta no habían despachado repuestos y en todas me indicaban que la estaban esperando. Le dije a Manuel que vamos a recorrer la Avenida Las Delicias ya que allí hay cualquier cantidad de tiendas de repuestos GM, entre otros, y en una conseguí la “supuesta” bomba que era de mi Camioneta, pero no original y no era todo el sistema completo (normalmente los concesionarios lo que venden es toda la Bomba incluyendo flotadores y su costo está en el orden del Millón de Bs), sino la “Bombita” nada mas (Bs. 300.000). La compré confiado y contacté por teléfono a Nectario, que estaba esperando mi llamada y que iría para su casa a buscarlo y de allí para el Taller a instalar la Bomba.

Al llegar al taller, al ratico llegó el mecánico con el ayudante y procedieron con el operativo de bajar el tanque de gasolina y retirarle la Bomba de Gasolina. Al bajar la Bomba, Nectario la agarró y procedió con el desarme, de manera de montarle la otra Bomba. Al retirar la bombita de la Bomba vieja y compararla con la que había comprado, Nectario detectó una diferencia en el conector de la electricidad de la nueva Vs la vieja, pero no habría problemas ya que la bombita nueva traía su conector y se haría el empalme respectivo. Al seguir analizando la bombita nueva, Nectario se da cuenta que tiene un tubito adicional que la bomba original no tiene. Acá empezó “Cristo a padecer”, ya que eran ya las 12 del mediodía y donde había comprado la bomba ya estaba cerrado. Nectario me dice que esa bomba debe ser de un modelo anterior a 1998, que es el año de mi camioneta. Nos metimos a Internet a ver si conseguíamos la información de para qué era ese tubito, ya que si tenía aparte el retorno de gasolina de la bomba., o sea, totalmente igual a la bomba original, pero con ese tubito adicional que la original no tenía.

Al entrar a Internet, conseguimos la bomba, pero no indicaba nada para que era el tubito del caso y de paso nos dimos cuenta que esa bomba eran para los modelos hasta 1996, que vaina… Aunque era Sábado, Nectario llamó por teléfono a varios talleres amigos de manera de averiguar que era ese tubito de la bomba. En 3 llamadas que hizo, ningún taller respondió y buscó un número de celular de un mecánico que el conocía que sabía de Bombas de Gasolina. Lo contactó, le explicó y el tipo, sin pensar mucho, o sea que sabía lo que decía, le indicó a Nectario que sellara ese tubito con estaño y listo. Nectario procedió a sellarlo montarla en la bomba de gasolina (en todo el tripero) y la probó afuera en un balde con gasolina. Perfecto, listo, quedó bien.

Ok, a montar la bomba en el tanque de gasolina e instalar este en la camioneta, listo, instalada, son las 4pm. Manuel se va a un E/S a poner full la camioneta y se da cuenta que quedó botando algo de gasolina el tanque y cuando llega al taller lo indica y, para abajo otra vez el tanque, previo haberle sacado la gasolina del tanque (unos 100 litros, ya que agarra 113 y estaba hasta la pata) y el mecánico se da cuenta que por la empacadura de la bomba es que está botando gasolina. Se le pone otra empacadura, se instala nuevamente el tanque, se le echa gasolina y listo, problema resuelto. A todas estas eran ya la 6.30pm.

Bueno, a pegarle el remolque del ATV, que estaba en el taller de Nectario y, vámonos a cargar la camioneta y dejarla lista para salir a las 4:30am del día siguiente.

Al llegar a la casa, terminamos de cargar todo, ya que lo tenía en el garaje, se monta y se amarra el ATV en el remolque y listo para el día siguiente A todas estas eran las 9pm y entonces pensé que sería mejor dejar el remolque con el ATV ya que íbamos a perder mucho tiempo en la carretera ya que hasta los “Boys Scout” nos iban a parar a pedir los papeles que, aunque estaban todos al día, era mejor y así rendir más en la carretera.

El Domingo Manuel llegó a la casa a las 4:30am, de acuerdo a lo planeado, tomamos café y viaje. A las 5am estábamos pasando ya el Puente sobre el Lago. Menos mal que habíamos dejado el remolque con el ATV, ya que además de las alcabalas de GN, INTT y PM fijas, había como un millón de alcabalas móviles, pero ningún problema, que si de dónde venimos y para dónde vamos, más nada.

Pasamos por Calabozo a eso de la 1pm, donde pensaba apertrecharnos de Hielo y por ser Domingo, estaba cerrada. Le dije a Manuel que buscaríamos en San Fernando de Apure y de no conseguir panelas, compraríamos unas 4 bolsas de hielo para mantener algunas cervezas y refrescos fríos y al día siguiente haríamos un operativo para la búsqueda de Hielo en San Juan de Payara y además, los compañeros que estaba ya allá en La Pica, tenían Hielo, o sea que no era de mortificar presentarnos allá sin Hielo en Panelas y comprarlo al día siguiente.

Conseguimos Hielo en San Fernando y procedimos a poner full de Hielo en Panelas mis 4 Cavas (7 1/2 panelas) y a seguir, pararnos un momento en la E/S de Biruaca, poner Full la camioneta y comprar el Aceite para el motor de la Lancha. Listo, 3:30pm y seguimos al Capanaparo donde deberían estar esperándome a partir de las 5pm, A eso de las 6pm ya diviso las antenas de CANTV del Capanaparo y procedo a efectuar llamadas por el Radio (VHF FREC: 146.520) a los compañeros, de manera que supieran que ya estaba llegando a La Macanilla (Paso del Capanaparo). No recibo respuesta, llego a la Chalana y la paso y no están esperándome en La Macanilla, de acuerdo a lo Planificado, sigo llamando por Radio y nada. Le dije a Manuel que no había problema ya que llegaría tranquilo por la sabana. Llegando al desvío que utilizo para ir a La Pica, saliéndose de la carretera negra (la asfaltada) a la trilla por la sabana, me llama por radio Alfredo “Guaromacho”, que venia con Ricardo y el Mono y me dice que están por la sabana y que van rumbo a La Macanilla y que los esperara en la casa donde venden Gasolina, ya que iban a llenar unos bidones. Ok, le dije que los esperaría allí en la casa y de allí, llenar esos bidones, el Mono que agarrara mi camioneta ya que Manuel, por tirarse el viaje Maracaibo-Capanaparo, estaba reventado y continuar a La Pica, donde estaban ya Wenceslao y Ramón.

Se continuó el viaje y llegamos a La Pica (Las Corocoras) a las 8:00pm

LA ESTADIA:

Al llegar a Las Corocoras, nos estaban esperando Wenceslao y Ramón, los cuales no conocía personalmente sino por  Internet. Procedimos a las presentaciones del caso, y como si nos conociéramos desde hace bastante tiempo nos echamos unos “palos” para “aliviar las tensiones del viaje” que acababa hacer y ponernos de acuerdo para los operativos de pesca que haríamos los días siguientes.

En la conversación me entero que Alfredo “Guaromacho” y Ricardo, tienen planificado la partida el martes 24 y no el sábado 28, como se tenía planificado, ya que harían la visita a la Confluencia N7 W69, por lo que ellos nos acompañarían en la estadía hasta ese día, pero que el lunes 23, le daríamos duro a la pesca, pero en El Caño La Pica.

Cuadré con el Mono el operativo para buscar 3 botes 12 pies, de manera de buscarlos temprano con las camionetas, bajarlos en el Caño La Pica.

Ese lunes, una vez buscados los botes, nos fuimos al Caño La Pica, tal como habíamos cuadrado el día anterior, con 3 botes de 12 pies, como siempre, se “ahílan”  bastante pavones, pero pequeños y la mayoría más o menos de 1 kilo, embarcamos unos pocos para la comida del día, pero el que se coronó fue Ricardo, con un Pavón de 11.5 Libras (unos 5.5 Kilos). Ese día navegamos bastante hacia abajo el Caño, llegando a un sitio donde ya no podíamos navegar por la presencia de unos troncos muy gruesos, pero como siempre, sitios pavoneros. Todos repartidos cerca, pero no “rejuntados” y en un momento de reunión de todos me entero que a Ricardo se le había caído la caña con el carrete al Caño y el, sin pensar, se lanzó a recuperarla y no se acordó que tenía su cámara de fotografía terciada y por supuesto, se le dañó, pero recuperó la caña y el carrete. Mermas de viaje, como siempre.

De regreso nos agarró la noche, no había Luna y no teníamos linterna, pero no habría problemas, a pesar que había muchos bajos y palos en el Caño, ya el Mono estaba “motoreando” mi lancha y el, con la luz de las estrella, que parece mentira, veía por donde tenía que pasar, claro, poco a poco. La tres lanchas veníamos como “bachaco en mudanza” y pegaditos. En una de esa Ramón, que iba de último con Wenceslao, sacó una linterna, no se de donde, y la prendió y automáticamente el Mono le dijo que la apagara ya que lo encandilaba y no podía ver y mejor veía sin linterna, vainas de llanero, pero así es. Llegamos tarde al Campamento, pero llegamos sin problema. Al llegar procedimos a preparar el Pavón que había sacado Ricardo y a comer.

La mañana siguiente (Martes), Guaromacho y Ricardo, bien temprano, estaban ya haciendo maletas y cargando sus carros para la búsqueda de la Confluencia y nosotros cuadraríamos para salir a pescar a la Laguna de los Zorros. Guaromacho y Ricardo se fueron y nosotros procedimos a desayunarnos, montar dos lanchas en la camioneta de Wenceslao (la mía no tiene parrilla y no se le pueden montar los parales ya que no tiene pestañas para montarlas), de manera de irnos a la Laguna de los Zorros a “registrar”. Salimos como a las 10am para la Laguna de los Zorros, Wenceslao, Ramón, Manuel, el Mono y Yo y antes de llegar al paso del Caño La Pica, en un brinco, mi camioneta se apagó. Na’ rara, le damos al switch y nada.. La bomba de gasolina?, que broma, otra vez?. Se baja Manuel y mueve los cables que van a la bomba y como estaba el switch pasado, la bomba empieza a sonar y la camioneta prende sin problemas. En el próximo brinco, lo mismo, se apaga la camioneta. Bueno, le digo al Mono vamos a seguir, que poco a poco no se debe apagar tanto y que al día siguiente haríamos un operativo para tratar de acomodar el conector a la bomba. Así seguimos y cuando estábamos pasando el Caño La Pica, se apaga la camioneta en toda la mitad y el agua a mitad de las puertas. Manuel como puede se baja y empieza a mover lo cables de la Bomba y nada que prende la camioneta. Wenceslao, que había pasado ya, le digo que saque la guaya y hale para lo seco la camioneta, la sacamos y prendió. Seguimos y se nos apagó, por los brincos, como 4 veces más. Le dije al Mono, que va, no me lo calo más… vamos a regresarnos para ver si acomodamos el conector y así estar más tranquilos. Wenceslao y Ramón apoyan el procedimiento y regresarnos al Campamento.

Nos regresamos y al llegar al Campamento pusimos la camioneta ente dos montículos, de manera que pudiéramos trabajar y pudimos bajar un poco el tanque de gasolina, que permitía meter la mano al conector de la bomba. Lo sacamos y tenía como una melcocha negra, lo limpiamos bien y listo, problema resuelto. Suena que fue fácil, así es, pero tardamos como 4 horas para hacer ese procedimiento. No volvimos a salir ese día y nos quedamos campamenteando y echándonos unos “palitos” ese día.

Al día siguiente (Miércoles) aunque mi camioneta ya estaba bien, no nos fuimos a la Laguna de los Zorros, sino nos quedaríamos en el Caño La Pica “registrando” y nos iríamos a la Laguna de los Zorros, el día siguiente, ya que el Mono tenía que hacer unas labores y no nos podía acompañar. Todo el día lo pasamos “registrando” los recodos y siempre sacamos unos Pavones, pero no de los grandes que queríamos, sino de un kilo aproximadamente y fueron devueltos al agua.

El Jueves nos fuimos temprano y pasamos todo el día en la Laguna de los Zorros, se “ahilaron” cualquier cantidad de Pavones, pero no logramos ningún ejemplar grande, si acaso unos 4 de peso unos 3 Kilos que fueron los únicos que embarcamos.

Procedimos a ir al Cinaruco (El Gomal) el viernes a buscar los Pavones Grandes y solo se sacó uno de 4.5 kilos, a pesar que la pesca también estaba muy activa en cuanto a piques. Este único Pavón que se embarcó realmente fue de mucha suerte ya que cuando picó y dio la batalla esperada, el diablo ese se metió por debajo de unas caramas de palos y enredó el nylon. Pensábamos que ya no podíamos hacer nada, sino picar el nylon, pero no estaba dispuesto a perderlo, entonces acercamos bastante la lancha a la carama, agarrar el nylon con la mano y me puse a seguir la línea y me daba cuanta que estaba pasando para el otro lado. Arrimamos la lancha para el otro lado y veo el Pavón debajo de un palo. Le digo al Mono que le meta la mano a ver si lo agarra y efectivamente lo agarró por la cola y lo embarcó. Le quitamos el señuelo y pudimos recoger el nylon, o sea, suerte de pescadores con ese Pavón.

Ese día nos empezó a caer un palo de agua, totalmente inesperado para la fecha, palo de agua igual que en invierno, realmente no me preocupó mucho ya que con esa lluvia se asentarían los médanos y se aplacaría el polvo, pero la lluvia continuó el resto del día y toda la noche hasta la madrugada, día en que nos regresaríamos y allí si me entró un poco de preocupación ya que de pronto podríamos conseguir algún caño crecido y que no diera paso, pero en el peor de los casos, yo sabía la trilla que utilizan los llaneros en invierno y de ser necesario, nos devolveríamos por esa trilla.



El Regreso:


El sábado era el día de levantar el campamento, de manera de cargar las camionetas de manera de partir de regreso. Nos levantamos como a las 8am, desayunamos y a empezar a acomodar las cosas. A las 9am llegó el Mono y el Guate y me indican que ellos tienen que ir hasta La Macanilla (Capanaparo), Con esto me entró un poco de fresco, ya que como el día anterior y toda la noche había estado lloviendo, como lo indiqué con anterioridad, ya sabrían por donde salir de la sabana sin ningún problema.

Repartimos los 20 Pavones que teníamos guardados y de los cuales los 4 teníamos permiso (Wenceslao, Ramón, Manuel y yo) para traérnoslos que estaban entre 1.5 kilos y 4.5 kilos. Terminamos de arreglar todo, cargar las camionetas y limpiar el Campamento, echarle un poquito de gasolina que nos quedaba a las camionetas y procedimos a salir a eso de las 12 de medio día.

Efectivamente el Mono nos metió por unas trillas de desechos evitando algunas lagunas que se había formado y pudiera haber barro y no queríamos estar Winchando para salir, pero llegamos a la Macanilla sin ningún problema. Allí procedimos a echarle 20 litros de gasolina a cada camioneta de manera de poder llegar a San Fernando y allí completar. Es importante señalar que la gasolina de 91 octanos en La Macanilla la venden a 175Bs. El litro, pero qué se va a hacer, pues nada, echarle pichón.

En La Macanilla nos paramos en la casa de Nancy, la hija de Camilo la cual conozco desde que estaba chiquita y mientras nos saludábamos, nos tomamos cada uno 2 cervecitas para el calor y así mismo, esperar que la Chalana trabajara ya que los obreros estaban almorzando.

Una vez pasada la chalana, seguimos rumbo a San Fernando de Apure y sin ningún problema, salvo los palos de aguas que estaban cayendo en verano. En San Fernando pusimos las camionetas full de gasolina y continuar a Calabozo, que era donde me quedaría a dormir yo ya que saldría el día siguiente a Maracaibo y Ramón y Wenceslao seguirían el viaje a Valencia.

Me hospedé en el Hotel Tiuna en Calabozo, nos despedimos de Ramón y Wenceslao que continuarían el viaje. Eran las 8pm del sábado.

Al día siguiente nos levantamos Manuel y yo a las 7am para continuar el viaje a Maracaibo. Nos tomamos un café y, como se dice, viaje. Como indiqué en el relato de la ida, además de las alcabalas fijas de la GN, PM e INTTT, había cerca de un millón de alcabalas móviles. No tuvimos ningún problema con ninguna, salvo con una de la GN llegando a San Rafael de Onoto, concretamente acá: N9 41 03.8 W68 55 59.2, ya que al detenernos como de costumbre, la GN preguntó que qué tenía en la Cava, por lo que le respondí que 10 Pavones y nos solicitó el permiso. Al mostrarle el permiso que siempre dan en INAPESPA para la pesca de Pavón y otras especies el GN se empecina que ese permiso no es válido para pescar Pavones. Inmediatamente le repliqué ya que si era el permiso y yo sabía por donde quería venirse el GN (Sto. 2do. Durán) y le dije que me buscara el Teniente comandante de alcabala. Acá “pedaleó” cuando le solicité la presencia del Comandante de Alcabala y me dijo que no estaba y que el más antiguo en el momento era el, por lo que le dije que entonces lo esperaría para que aclarara con INAPESCA si ese es o no el permiso, por lo que me dijo el GN que no hay problemas que siguiera. Que vaina “Mapurite sabe a quién pea”.

Seguimos el viaje a Maracaibo sin problemas, llegando a las 4pm.

Bueno, será hasta el próximo viaje.

Algunas fotos de ese viaje